Sicóloga especialista en primera infancia
Hoy, los niños cuentan con acceso ilimitado a los medios, en donde la mafia es tema central en programas de televisión, espacios donde ellos tienen un acercamiento ingenuo a modelos de identificación y valores enmarcados por el tener antes que el ser.
A pesar del aparente cuidado de los mecanismos de control que presentan advertencias de acompañamiento de adultos, de edades límites y de horas sugeridas para públicos específicos, muchos niños tienen acceso a estas representaciones donde las escenas están teñidas por la violencia, el irrespeto, el detrimento de la vida y la sobrevaloración del dinero.
Nuestro compromiso y deber como adultos en el ejercicio del buen trato no puede estar marcado por la exposición a este tipo de escenas.
Los superhéroes ya no son personajes de la fantasía con poderes y capas voladoras que hacen el bien, sino están extraídos de la sangrienta realidad de Colombia que se glorifican en el poder desde lo ilegal. Cuando los infantes son espectadores de escenas de violencia, de maltrato y de sexualidad encubierta por desvalorizaciones del hombre y la mujer, se genera en ellos un estado de confusión, del cual se desprende ansiedad, como una sensación de malestar sicológico constante, que tiene como manifestaciones: insomnio, falta de concentración, temores frecuentes, inseguridad y agresividad. A nivel social, se generan perfiles de matoneo: víctimas y victimarios identificados con los personajes antes mencionados y evidentes desarticulaciones de su concepto de autoridad y norma. En el área de desarrollo moral se desprenden contradicciones básicas y se empiezan a manejar desde temprana edad patrones de doble moral, mentiras y engaños. Recuerde que es maltrato infantil exponerlos a los medios sin la posibilidad de un criterio adulto que filtre la información adecuada.
